La Fundación Carmen y Severo Ochoa fue creada por voluntad del Profesor Severo Ochoa, expresada en su testamento, al objeto que se perpetuara la memoria de su nombre unido siempre al de Carmen, la mujer a la que amó y con la que compartió la mayor parte desu existencia.
En el amor de Carmen Cobian, con la que contrajo matrimonio en 1931, encontró el soporte familiar que le habría de acompañar en toda su trayectoria, resultando decisivo –según su propia confesión- para el desarrollo de su vocación científica.